El libro me ha gustado muchísimo, la verdad es que en un principio he pensado que me superaba, pero al final lo he disfrutado, he aprendido mucho y me ha resultado muy ameno.
Voy a hacer un pequeña introducción de por qué me he leído este libro y los dos siguientes, por un lado me gusta la historia y por otro estuve un año viviendo en Ripley en el estado de Tennessee todo lo que tenga que ver con ese estado me interesa, Tennessee hasta 1905 era una potencia turfística en Estados Unidos ,que competía con Kentucky como cuna de campeones, incluso su Derby luchaba con el de Kentucky como el más prestigioso del país, la locura anti juego que sacudió los Estados Unidos a principios del Siglo XX acabó con todo esto, actualmente el juego está prohibido en el estado y no parece que la situación pueda revertirse a corto plazo ( pese a los intentos periódicos de admitir el juego en hipódromos) , si bien Nashville es un lugar ideal para hacer un hipódromo al ser la capital del Country que es muy cercana a nuestro mundo, todos los años en Nashville se corre el Iroquois Steeplechase en Nashville, recordando al primer caballo americano que ganó el Derby de Epson y fabuloso semental que hizo la monta en Belle Meade. Este evento es un gran éxito de público, ya que acuden 30,000 personas si bien el juego está prohibido.
Volvamos al libro, es una biografía del político y criador Balie Peyton, a través de su persona recorremos tres cuartos de siglo de historia americana y al ser un gran turfman, podemos asistir al nacimiento de las carreras de caballos en el país.
Billy Peyton fue un exitoso criador y aceptado por todos como una autoridad en todo lo referente a nuestro deporte. Era una persona muy interesante, íntimo amigo de Andrew Jackson, abandonó su partido, pero nunca la política Jacksoniana, sureño hasta la médula siempre defendió la unión desde la confederada Nashville, gran orador, a su labia debía su éxito como político y como abogado, es muy divertido como desmonta los argumentos jurídicos de sus contrincantes a base de chascarrillos y anécdotas varias.
La primera parte se me hizo muy dura, más que nada por mi falta de cultura ya que no conocía a la gente de la que hablaban y estaba todo el día en la Wikipedia para poder seguirlo, pero una vez superadas las primeras 50 páginas el relato fluye y se vuelve muy ameno e interesante, es una biografía como tiene que ser con los claroscuros del personaje, el autor muy hábilmente sitúa todo en su contexto sin resultar aburrido,
Lo que menos me ha gustado ha sido la estructura, que es temporal en el que cada capítulo cuenta lo que sucede durante unos años y normalmente dedica menos tiempo del que yo quisiera a las carreras de caballos, si bien se transluce durante todo el libro que Peyton era una autoridad hípica no se ve el porqué, esto me ha resultado un poco frustrante, pero es más un libro de historia que uno de caballos.
Se aprenden cosas curiosas como que el séptimo presidente Andrew Jackson que era un fanático de las carreras, tuvo un centro de entrenamiento para sus caballos en la misma casa blanca.
Una de las anécdotas más curiosas del libro es cuando Balie Payton es nombrado embajador en Chile, una charla con un ministro chileno se les va de las manos y acaba con un “duelo hípico” entre Chile y Estados Unidos, Peyton se lleva a Santiago dos caballos pura sangres desde Tennessee y se produce una carrera que paraliza el país, el resultado entre un pura sangre y un caballo tradicional chileno lo podréis imaginar...
El libro me ha encantado, más como libro de historia que como hípico, lo recomiendo.
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