Ya tenemos las matrículas del International Hándicap en la reunión de la Saudí Cup, este año sólo se ha matriculado un caballo español, que no ha sido otro que Alcaraz de la cuadra Alex y Sofía que, tras la marcha de Patrick Olave a Francia, ha pasado al patio de Guillermo Arizkorreta.

Ayer bajé al hipódromo para verle trabajar y cotillear un rato al respecto, trabajó a la hora acordada pero la verdad es que fue un trabajo de mantenimiento ya que queda mucho para la magna prueba, sólo pude comprobar que está guapo.

Tras no aclarar mucho visualmente decidí acosar a Guillermo y sacarle alguna información, lo primero que me dijo es que está aún en el proceso de conocer al caballo, ya que lleva poco tiempo en la cuadra, el caballo está sano, el año pasado corrió bien todas sus carreras en buena compañía (únicamente dejó de cobrar en la Copa de Oro), por tamaño y características el caballo tiene buen perfil para la prueba. La dotación y la experiencia es tan buena que merece la pena intentarlo, pese a saber la entidad de los representantes de otros países.

Hasta aquí las explosivas declaraciones de Guillermo, a partir de ahora mi opinión que no le importa a nadie.

A mí el caballo me gustó mucho en su debut en nuestro país, desde entonces siempre he esperado algo más de él -que creo que lo tiene-, ahora mismo Alcaraz tiene un valor 42 y nos vino de Francia con un 44 tras correr dignamente unos Listed en el país vecino, con ese 44 haríamos buen papel.

 La carrera-como todos los años-, tendrá nivel cercano al de Listed (dependerá un poco de que representantes vengan del golfo, que suelen elevar el nivel), Alcaraz si recupera el nivel de su primera carrera en España, nos permite soñar con pelear el dinero.

Otro tema es que el valor al 42 actual que tiene el caballo, le sucede lo que a casi todos los valores españoles y es que sufren una inflación galopante, yo creo que en realidad es algo menor, pero los valores de los caballos suben y se van hinchando hasta que toca el ajuste de valores.

Debería ser más habitual el que los caballos no sólo bajen de peso si llegan últimos. Esta dinámica nos lastra en nuestras salidas al exterior ya que regalamos peso a lo tonto, pero bueno esto ya parece un mal endémico más de nuestro turf.