Vamos a hablar de El Piyayo, un caballo normalito que corría a finales de los setenta, pero épico en mi familia, al ser el único representante -hasta ahora- de la cuadra Zoom, por lo tanto, único caballo en solitario que hemos tenido los Rodríguez (hemos participado en cuadras con amigos como Picarana mi padre e Iberia du Desert y Gallofeiro los tres hermanos).

El Piyayo a por la victoria

Mi padre tras una racha especialmente buena con las apuestas decidió cumplir uno de los sueños de cualquier aficionado, convertirse en propietario de un caballo de carreras, se decidió por un caballo en entrenamiento, el comprar un yearling le parecía una apuesta incierta.

El siguiente paso era elegir al susodicho, la racha fue buena, pero no daba para grandes dispendios, por lo que había que buscar un caballo tapado que no saliera muy caro pero que tuviera la opción de ser divertido y ya le había echado el ojo a un caballo pequeño que en la cuadra de Villapadierna estaba siendo usado como sparring de  los caballos buenos de la cuadra, al pobre lo ganaban siempre, pero el caballo siempre luchaba y daba lo mejor de sí mismo, El Piyayo estaba desmoralizado y un poco desquiciado por la situación.

Una vez elegido el candidato empezó a usar sus redes de contactos para saber si el caballo estaba sano y todos los informes fueron positivos

El siguiente paso fue elegir un entrenador y optó por Ángel Tapia, que fue muchos años primer mozo, tras la retirada de su preparador -Francisco Cadenas- acordó con sus propietarios que le dejaran los caballos a Tapia, pero muy pocos cumplieron su palabra y se encontraba con muy pocos caballos a su cargo, lo positivo es que sabía mucho de caballos, los trataba muy bien y al tener pocos le dedicaba mucho tiempo a cada uno lo cual siempre es beneficioso.

El Piyayo debutó el 3 de Abril de 1977 con los colores del Conde de Villapadierna en el premio La Cava llegando 11º de 14, en su siguiente carrera en el P.C Belmonte llega último, en su tercera carrera entra en el Hándicap y llega segundo en el premio Cap Polonio, en el P. Ming  el 8 de Mayo llega 7º  y tercero  en el premio en la siguiente , P. Jerezano  el 17 de Junio, corriendo fatal las dos siguientes, pero recuperándose con dos colocaciones ; 4º el Premio Amorgos  y tercero en P. Játiva  carrera de venta y última carrera bajo los ilustrísimos colores del Conde de Villapadierna, el caballo no es reclamado en la carrera, si no comprado en trato directo.

 

La primera carrera para mi padre fue el P. Guadalmellato 27 de noviembre, bajo la monta de F. González quedando antepenúltimo, tras esta carrera se decidió que el caballo no viera pista durante varios meses para hacerle olvidar la vida dura que había llevado hasta entonces, Florentino muchas tardes le sacaba a la mano por los montes y poco a poco se curó y volvió a tener ganas de competir.

La primera carrera del año 78 fue en el P. Vik  el 18 de Marzo llegando decimoquinto de 20 bajo la monta de Floren, corre dos oscuras carreras más y llega la primera colocación el 15 de Mayo con un segundo en  el P. Almirante  (1800) , repite posición en el  P. Hortaleza (1800) , cuarto P. Turia ( 2100),F. González  y 2º P. Premonte  (2200)  (A. Carrasco) y por fin el 2 de Julio de 1979 la primera victoria en el Hándicap, P. Leganés montado por el entonces prometedor aprendiz J.C Fernández portando el peso de 40 Kg, el 9 de Julio vuelve a colocarse tercero con José Carlos en el P. Alcorcón ( 2100 mts) con 55 kg.

 En la siguiente en otoño llega 5º en el P. Hebercourt (2400) , pasa a carreras de 2º Cat en el premio Caporal llegando 8º de 12 , vuelve al Hándicap el 22 de Octubre en el P. Centaure (2200mts) y gana de nuevo con el gran Julito Hernanz en la silla con 45 kg ,cierra el año en el P. Wilsun (2200) con Floren a la silla, entre tanto el debuta en Vallas el 12 de Noviembre en el P. Franjezco con una victoria ante Bookmaker del Marqués de Cuellar (uno de mis caballos favoritos de niño) en Diciembre cierra el año con un tercer puesto  en carrera de saltos.

Su primer año estuvo muy bien tres victorias y múltiples colocaciones, el caballo era muy liviano y daba lo mejor de sí en Primera parte con peso bajo, por lo que se le handicapeó siempre para permanecer en esa franja en primera parte, por otro lado, eso impidió que Florentino ganara con él, lo cual siempre lamentó mi padre porque gran parte del éxito del caballo se debió a él y al gran trabajo hecho, ahora revisando las cuentas del caballo, veo que no cobró por ninguna de ellas, siempre fue un gran amigo….

Mi padre se lo pasó en grande programando la competición de El Piyayo, teóricamente el reparto del trabajo era que Ángel Tapia se encargaba de la preparación del caballo y mi padre de las matrículas, la idea era llevarse el caballo a Lasarte para ganar allí la primera carrera y pasárselo bomba durante las vacaciones, pero Ángel Tapia tenía muy pocos caballos y no podía establecerse en Sanse y por otro lado mi padre no podía mantenerle allí, por lo que la idea era que pasara temporalmente a otra preparación (bajo los cuidados de Florentino), naturalmente a Ángel no le hacía ninguna gracia la idea por lo que a espaldas de mi padre preparó la victoria en el P. Leganés y así sacó al caballo del Hándicap y se lo quedó todo el verano.

                   Los Ilustres colores de la Cuadra Zoom.

 Mi padre se lo tomó como una cura de humildad, lo creía tener todo controlado y el prepa ganó cuando le interesó. Siempre me lo puso de ejemplo, por mucho que tu creas saber y creas tenerlo todo controlado, la gente del hipódromo sabe más del tema.

Otra anécdota d este año es que El Piyayo cada vez que veía a Román, rompía a sudar y se ponía nervioso ya que lo había montado mucho en los entrenamientos (no en carreras), y un día Román le, pidió la monta para una carrera y mi padre le dijo que no lo podría montar nunca, lo cual lamentaba ya que siempre apreció muchísimo a Román.

Para comprender la temporada de 1979, hay que saber que El Piyayo era un caballito pequeñin, por su calidad era caballo que fluctuaba entre primera y segunda parte, y con peso alto en segunda no tenía nada que hacer por lo que había que colocarle en primera , por ello las cuatro primeras carreras del año se saldaron con no colocaciones, el 29 de Abril gana el P. Travertine (2100) con el aprendiz B. Gelabert en primera parte con 43 kilitos, cuatro carreras más sin colocarse y vuelve a ganar el 21 de octubre P. Centaure (2200), montado por el aprendiz B. Moreno con 42 kg, cierra el año con una no colocación

En vallas corre 6 carreras ganado la última el P. Ushas el 9 de diciembre, con el admirado Cachi Balcones (en las otras, en una fue distanciado del 3er puesto y se calló en otra carrera),

El año se saldó con 3 victorias y ninguna colocación

1980 será el último año de la cuadra, de momento…

Mi padre decidió vender al caballo principalmente por el entrenador Ángel Tapia, el cual a pesar del buen trabajo no conseguía atraer nuevos propietarios y  Ángel cada vez dependía más de El Piyayo para su sustento y mi padre era perfectamente consciente de que no se podría permitir otro caballo y sobre todo que había tenido mucha suerte y era poco probable ganar tantas carreras con otro caballo, por lo que optó por vendérselo a otro propietario con más posibilidades económicas como era la Cuadra Navacerrada con la condición de que mantuviera a Ángel de preparador, para ellos ganó dos carreras más y después se lesionó pasando sus últimos años de vida en un pueblo de Guadalajara. Tapia se retiró unos años después ante la falta de oportunidades, que duro es pasar de primer mozo a preparador, casi siempre son profesionales de gran valía, pero no sé si es por marketing o por desconfianza no se les da las oportunidades que merecen.

Tras la venta mi padre hizo números y se quedó muy sorprendido, ya que la venta del caballo había sido por una cantidad parecida a lo que costó su compra y tras ganar seis carreras, cosa que es extremadamente difícil se quedó comido por servido, esto le impulso a no ser propietario de nuevo ( salvo el paréntesis de Picarana con los amigos que no fue una experiencia tan satisfactoria), tuvo mucha suerte con El Piyayo que era un modesto crack que lo daba todo, la familia lo dsifrutó muchísimo, yo lo recuerdo como un caballo enorme y algo intimidante al que le daba terrones de azúcar y al que animaba en la grada con un ¡¡¡Vamos Piyayo que soy tu hermanito!!! , siempre fui monissimo…..

 

Más mono imposible, yo creía que era  Mesteño el compañero de patio de El Piyayo, pero mi madre dice que es Ulzama y supongo que tendrá razón.