Caballo Castaño lucero corrido y calzado de los pies, por Ducat y Favorita, criado en la yeguada de Guillermo Garvey en Jerez, pero vendido en 1898 al Conde de Benalúa (ver aqui).

De su padre Ducat ya existe un artículo y os remito a él (ver aquí), de su madre os remito igualmente al artículo escrito sobre ella (ver aquí).

Juanito es uno de los ganadores del Gran Premio Nacional que menos carreras ha disputado, ya que sólo tuvo tres actuaciones.

                     Colores del Conde de Benalúa

 

Debuta directamente a tres años en el Gran premio Nacional, el 14 de Mayo de 1899, en una de las ediciones con menos público que se recuerda, ese día se juntaron muchos eventos en Madrid ya que hubo toros, una feria de bellas artes, elecciones y un tiempo espantoso con lluvia y una mezcla de ventisca y ciclón que hizo que la asistencia fuera mínima. Destacando la presencia del Marqués de Alcañices que disfrutó en directo de la victoria del caballo de su ahijado y protegido el Conde de Benalúa (ahora mismo me voy a leer su autobiografía y espero hacer una entrada digna del personaje al finalizar mi lectura), las crónicas indican que los Isidroman se abstuvieron de ir al hipódromo ( me ha parecido divertido el término).

Los participantes fueron Juanito de Benalúa (montado por Patricio González), Regina de Guillermo Garvey (montada por Stringer), Monarca de Patricio Garvey montado por Barreiro y Plutus de Guillermo Garvey (montado por Sánchez), llegando en este orden. Es curioso destacar que todos los participantes de este año eran hijos del gran Ducat, que era el semental base de la Yeguada Garvey.

Fue una preciosa carrera con un mano a mano entre Regina y Juanito que se saldó con una victoria de Juanito por dos cuerpos con un tiempo de 3 minutos 50 segundos, el ganador se pagó a 15,50 pesetas por duro apostado.

El día 18 vuelve a correr en el premio Alfonso XII, llegando tercero tras la buena Caulina y Regina y el día 22 cierra su vida competitiva en el Gran Hándicap donde llega segundo tras Regina en una dura pugna donde pese a lesionarse está a punto de hacerse con la victoria. Estas tres jornadas componen la temporada de primavera de un hipódromo de la Castellana en plena decadencia.

Pasa a la yeguada donde tiene algunos hijos sin demasiado relieve.

                                         Curiosa foto el retratado es el Conde de Benalúa.