Julio Quesada-Cañaveral y Piédrola (1857-1936), más conocido como Marqués de Benalúa o Julio Benalúa, pero ha pasado a la posteridad como Duque de San Pedro de Gelatino.

Nacido en Granada quedó huérfano a los 10 años, siendo su tutor el Duque de Sesto quién siempre le trató como a un hijo, naturalmente el haberse criado en la casa del Duque hizo que desarrollase un gran amor al mundo de los caballos en general y a las carreras de caballos en particular.

Su mayor éxito como propietario tuvo lugar en 1899 con su victoria en el Gran Premio de Madrid (Nacional) con Juanito (ver aquí), al estilo del Duque de Sesto nunca tuvo una cuadra muy numerosa, pero siempre contaba con algún ejemplar en competición, mantuvo sus colores al menos hasta 1904 que fueron declarados en 1885. Pero en 1903 vendió su cuadra de carreras a Higinio de Rivera (ver aquí).

Fue presidente durante muchos años de la Nueva Sociedad de Carreras de caballos de Granada.

El conde de Benalúa en Granada, magnífica foto de la fototeca del ABC

 

Esto es todo lo que se respecto a su vida hípica, dejó escrita una autobiografía muy interesante para conocer los pormenores de la restauración, pero en la que desgraciadamente no trata el tema hípico más que para decir que le gustaban mucho los caballos.

Al ser ahijado del duque de Sesto, conoció de primera mano los entresijos políticos que llevaron a Alfonso XII al trono, rey del que era uno de sus mejores amigos desde la infancia, era del grupo más intimo del rey y por lo tanto compañero de correrías y aventuras, por lo que una vez fallecido Alfonso XII fue depurado por su viuda y optó irse a Granada, tierra que amaba y que vio la mayoría de las aventuras empresariales de este adelantado a su tiempo, que hizo la primera central eléctrica  granadina, el primer tranvía, la primera fábrica azucarera de remolacha y es el que inició el turismo en la capital Nazarí abriendo el primer hotel de lujo en España, el Hotel Alhambra Palace, aún en manos de su familia.

Políticamente fue diputado por Zaragoza en 1884, por Huelva en 1891, por Granada en 1897 y 1899 y senador por Granada en 1901 y 1903, hasta su conversión en senador vitalicio como Grande de España en 1906.

Falleció en Madrid y sus restos descansan en la catedral granadina.

                                          Primeros y segundos colores del Conde de Benalúa