Este libro cuenta la historia de la yegua Ruffian un ciclón que pasó por las carreras americanas durante los años 70 del siglo pasado, considerada por algunos la mejor yegua de la historia.

Cuando acabé el libro me pregunté a mi mismo si me había gustado y la verdad es que no estoy seguro, lo cierto es que lo he devorado, lo he leído prácticamente de una sentada, es de esas lecturas que no se pueden soltar, está bien escrito y fluye muy bien, creo que esta es la gran virtud del libro, pero a su vez su gran defecto.

El libro está pensado como un Best Seller, quiere alcanzar al gran público y yo creo que eso lo consigue, el problema es que nosotros somos aficionados y mientras leía me desesperaba ante la falta de profundización en ciertos temas, por ejemplo conozco el carácter de su entrenador pero no como entrena, lo mismo sucede con sus dos jockeys se que tipo de persona son pero no como plantean una carrera, me interesó mucho la preparación de los caballos en la yeguada previo a su entrada en el hipódromo, entra en el detalle de como se acopla la yegua , pero no tanto en cómo se trabaja, que se come…

La autora presta más atención a detalles poco interesantes pero llamativos que a temas importantes para un aficionado, me temo que esto me ha provocado cierto distanciamiento hacia el libro, me gustó más en este sentido el libro de Secretariat que ya reseñé (ver aquí).

Francamente he sentido que yo no era el destinatario de este libro, seguramente es muy útil para alguien no muy metido en este mundo, funciona como forma de introducción al turf, pero he tenido sensación de que leía un “producto” destinado a gustar, me faltaba alma en el libro,  tocará buscar otro libro que profundice en los temas no tocados en este librito.