Este libro me ha encantado, la verdad es que no he descubierto la pólvora ya que está constantemente en las listas de los mejores escritos sobre  turf, si no os fiais de mí, confiar en el resto y leerlo

Como siempre yo presto los libros -si me los devolvéis-, este hay que traérselo de Estados Unidos y es un rollo ( creo que la Biblioteca lo va a comprar, así que ya tenéis una razón más para visitarla, los miércoles por la mañana desde las 10.30).

El libro consiste en las crónicas que Damon Runyon escribió pare el periódico The New York American del infausto Hearst, cubre únicamente la triple corona desde 1922 a1936, esto es una pena ya que escribió sobre muchas más cosas relacionadas con los caballos.

Damon Runyon no es muy conocido entre nosotros, pero en su época era toda una estrella, empezó como periodista deportivo revolucionando la forma de escribir crónicas deportivas , hasta entonces sólo un cúmulo de datos objetivos, él siempre busca un ángulo diferente con especial querencia al personaje inusual y excéntrico, tras su éxito como periodista escribe historias cortas sobre la vida en Broadway, siempre con personajes pintorescos, en los márgenes de la sociedad y una forma especial de hablar, en inglés este tipo de personaje se define Runyonesque .

De estas historias cortas salen muchas películas y musicales, como la más famosa Guys & Dolls, la deliciosa película de Frank Capra Dama por un día o The Lemmon Drop Kid. ( del que se han hecho varias versiones) Tuvo su momento de auge durante la gran depresión.

El libro empieza con su primera vista a las carreras de caballos y cae fascinado ante el espectáculo, las primeras crónicas son deliciosas a medida que va desvelando los misterios de nuestro mundo, nos transmite sus descubrimientos con un cariño, totálmente fascinado  que es una maravilla, a medida que el libro avanza va sabiendo más de carreras y toca disfrutar de su conocimiento.

Runyon llega horas antes al hipódromo buscando su historia, hablando con jockeys, mozos, jugadores, propietarios y después , se entera de los rumores, los sueños, los cotilleos, no se queda en la historia oficial, nos llega la vida de la carrera de una forma divertida, sin tomarse nada muy en serio.

Runyon escribe maravillosamente bien, tiene un estilo muy ágil, divertido y colorido, este es un problema ya que escribe inventándose palabras, con un argot propio que a veces es complicado de seguir, causa cierta perplejidad al principio , pero a medida que lo vas pillando, se convierte en gran parte del encanto de esta lectura.

El libro está lleno de personajes muy curiosos descritos con mucho cariño, respecto a los ricos y famosos los retrata con un afectuoso desdén, a los profesionales con gran respeto , el ambiente suele ser festivo, en su pluma las carreras son una fiesta, llena de gente interesante, caballos fabulosos y carreras épicas, vamos lo que deben ser las carreras .

Esto contrasta con nuestras carreras, deberíamos tender más a la parte lúdica de las carreras , es un sitio genial para ver caballos, divertirse, apostar y disfrutar, esto lo manejan muy bien los americanos, aquí tendemos más a la épica y creo que no ayuda a captar nuevos adeptos

El libro lo recomiendo muchísimo, es una pena que no se compilen el resto de sus artículos, ya que escribe de sus amigos hípicos que “son lo mejor de cada casa” y que conozco por referencias de otros libros, el libro es una delicia y sales amando más este deporte.

Runyon es muy brillante y pese que al ser crónicas anuales sobre las carreras hay temas que se repiten, el libro se lee muy bien, los personajes cobran vida, se nota que ama el deporte y sabe describirlo.