Este libro me ha gustado mucho, la premisa es muy buena, aunque no deja de ser un MacGuffin, la idea del libro es que lo que convirtió al estado americano de Kentucky en un estado sureño tal y como lo percibimos nosotros hoy día, fue la industria de las carreras de caballos, esto sobrevuela todo el libro, pero nunca acaba de desarrollarse plenamente.

Vamos con un poco de historia para entenderlo, el estado de Kentucky al inicio de la guerra de secesión americana era un estado fronterizo que se alineó con el norte pese a que su economía estaba basada en el esclavismo, durante la guerra los habitantes de Kentucky lucharon en ambos bandos convirtiéndose en un peligroso campo de batalla, lo que casi acaba con la industria hípica, al finalizar la misma y con el final de la esclavitud, su economía se desploma, la inseguridad era absoluta y la gente tenía la sensación que pese a haber estado en el bando ganador de la guerra habían acabado perdiéndola.

En este contexto la industria del turf -que era vital- había sufrido grandes daños durante la guerra y por otro lado se había creado una nueva clase social que eran los industriales del este, con una casi infinita cantidad de dinero, que decidieron hacerse con el control del turf.

En un principio las pequeñas granjas de Kentucky presentaron pelea, pero pese a la calidad de sus terrenos, su buen hacer y la calidad de sus sangres, poco a poco perdieron la batalla frente a las fortunas colosales de los industriales.

El libro te cuenta esta historia y sobre todo como Kentucky se resituó en el mapa y se volvió a colocar como el centro de la cría del pura sangre en los Estados Unidos, si queréis saber más os toca leerlo y es una lectura maravillosa, la autora periodista hípica en Lexington  hila un libro maravilloso, a través de personajes pintorescos y anécdotas curiosas, aprendes como fue el turf americano de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, se hace una lectura muy amena, es de los mejores libros de historia que he leído, nada árido, muy entretenido y riguroso.

Lo recomiendo vivamente, no he descubierto la pólvora, la verdad es que lo leí porque está constantemente entre las recomendaciones de mejores libros hípicos....