Foto: Visita de los Reyes al hipódromo de Parioli Roma.

 

En noviembre de 1923 Alfonso XIII visita Italia junto con Primo de Rivera al que presentó ante Víctor Emmanuel III como “mi Mussolini”, durante la visita el fascismo italiano hizo todo un despliegue de seducción ante nuestros representantes que se vieron deslumbrados ante tal recibimiento.

Alfonso XIII inmerso entonces un periodo de francofobia, ya que, pese al idilio con el país galo de inicios de reinado, la situación se había ido degradando poco a poco principalmente por el poco apoyo francés en la guerra de Marruecos, la situación de Tánger como ciudad internacional, y la poca importancia que Francia daba a España en política internacional, que el rey veía como una afrenta.

El perfecto orden de las escuadras fascistas desfilando ante nuestro monarca le hicieron soñar con replicarlo en España y formar una alianza mediterránea con vistas a librarse de la influencia francesa, pero la verdad es que los intentos primo-riveriles y Alfonsinos de crear milicias patrióticas nunca tuvieron demasiado éxito.

Durante esta visita el rey acudió al desparecido hipódromo Parioli de Roma junto al monarca italiano, donde donó la copa del gran premio celebrado en su honor.

 

Los reyes de Italia y España en Legamarejo.

 

Un año después Víctor Enmanuel IIII devolvió la visita, pero pese a sus planes Alfonso XIII no pudo organizar una recepción a la altura de la recibida en Italia, ya que la situación política había virado completamente, Reino Unido y Francia había llamado a capítulo a nuestro país por lo que el acercamiento a la Italia fascista era menos conveniente, en Marruecos Abd-el Krim había intentado expandir su revuelta a la zona francesa y ello había provocado una completa cooperación francesa con España para suprimir la revuelta, por otro lado el monarca estaba perdiendo el poder a manos de Primo de Rivera que quería al rey sólo como figura decorativa a lo que Alfonso se resistía todo lo que podía ( lo mismo que le pasó al rey transalpino).

Todo esto hizo que a visita no tuviera el lustre que se había planeado un año antes, pero sí tuvo su momento hípico ya que en el hipódromo de Aranjuez se organizó una jornada en honor a los reyes italianos, con diversos premios honrando a los visitantes, destacando el Premio Su Majestad el Rey de Italia ganado por Rubán.

En Aranjuez se tuvieron que tomar medidas para que aquello no se desmanase, ya que todo el mundo quiso correr ese día y por supuesto asistir al evento, se dieron unas carreras excepcionalmente bien dotadas, pese a la demanda se optó por reducir los campos en pos de la seguridad y el lucimiento del espectáculo.

En Aranjuez que era el hipódromo personal del monarca, se obtuvo un lleno histórico acudiendo lo más selecto de la sociedad patria. Los reyes fueron adecuadamente vitoreados por los presentes y se sirvieron selectas meriendas en el palco real y por todo el hipódromo, si bien no tuvo el brillo de la escenografía fascista si fue una tarde muy agradable de la que todos guardaron un grato recuerdo.

Creo que es la única vez que dos coronas reinantes han estado presentes en un hipódromo español, aunque recordemos que en su visita a Lisboa Alfonso XII acudió al hipódromo junto el rey de Portugal y esas carreras eran regidas por la RSFCCE, por otro lado, creo que Príncipe heredero ingles, el futuro Eduardo VII visitó el hipódromo en 1876 junto a Alfonso XII, pero estoy hablando de memoria así que no me hagan mucho caso (seguro que fue a las carreras en Gibraltar).

 

Llegada del P.S.M el rey de Italia. Rubán primero, Bolivar cuarto.