Recientemente estuve de visita en Ciudad de Méjico y como se intenta siempre pero sólo se consigue a veces, fuimos al hipódromo de Las Américas, me sorprendió mucho las semejanzas con nuestro turf.

Parece que están en mejor situación que nosotros, ya que tienen unos mil caballos en entrenamiento y el triple de nacimientos que nosotros, sólo existe un hipódromo, si bien son muy populares las carreras de cuarto de milla que se corren en recintos no oficiales.

En Las Américas se corren 3 jornadas semanales entre febrero y diciembre, los viernes son para caballos modestos, los sábados los mejores premios y los domingos con caballos de cuarto de milla, las entradas son muy baratas -la general vale sobre un euro-, había público, pero era un poco tipo zarzuelero en primavera, con mucha gente tomando copas o cenando sin prestar demasiada atención a lo que sucedía en la pista.

El hipódromo se construyó en 1943 durante el gobierno de un presidente muy aficionado al turf y no se escatimó en nada, las instalaciones son muy buenas y curiosas ya que los caballos están estabulados dentro del hipódromo, pero en el Ovalo central debajo de la pista, el hipódromo tiene varias alturas y los boxes con capacidad para 1700 caballos, están en diferentes pisos, por desgracia nuestro vuelo salió con retraso y no pude hacer un tour previo por las instalaciones.

Las carreras son eminentemente de velocidad, en pista de arena y están muy influenciados por el turf americano, se ve gran cantidad de caballos procedentes del vecino del norte, los jockeys son mejicanos y algunos panameños, siendo el sueño común triunfar en los Estados Unidos.

Curiosamente el gestor del Hipódromo es la empresa Española Codere, la propiedad del Casino está supeditada a que se den jornadas hípicas en el recinto, cuando llegamos nos metimos por una puerta que no era correcta y el vigilante nos preguntó a qué evento veníamos, no se le ocurrió que fuéramos a las carreras, lo cual creo que es un síntoma de que el turf no prima en el recinto.

Tuvimos la oportunidad de ver cinco carreras, entre ellas los Futurity que vendría a ver la copa de criadores Mejicana, en las carreras abiertas a no nacionales se ve un predominio de los caballos americanos sobre los nacionales, aunque esto es matizable ya que la cuadra principal Rancho San Jorge, tiene yeguada a ambos lados de la frontera y es el propietario que más ejemplares tiene en entrenamiento.

Cuando tienen caballos de calidad intentan el sueño americano , siendo su mejor representante -hasta la fecha- Letruska yegua criada en 2016 por Rancho San Jorge en Estados Unidos y que inició su carrera en el Hipódromo de las Américas,  invicta en 6 carreras, tras ganar la Copa del Caribe se lanzó a la aventura americana con grandes resultados ya que ganó cinco carreras de Grupo 1, un Grupo 2 y tres carreras de Grupo 3, ganando el galardón a mejor yegua en arena en 2021, otro caballo que intentó la aventura fue Kukulkán del mismo propietario que se colocó en un Grupo 3.

La impresión que me dio es de un turf con problemas muy parecidos a los nuestros, con una cría que no puede competir con las importaciones masivas del otro lado de la frontera, con una afición menguante, con dificultad para llegar a nuevo público y en un estado de supervivencia inducida por las circunstancias, ellos con Codere interesado en el recinto más que en las carreras y nosotros sobreviviendo gracias al estado, en ambos casos mirando el futuro con preocupación.

A nivel personal fue una jornada genial, los representantes del Hipódromo nos trataron muy bien, lo más curioso fue que hablando con los fotógrafos locales, era como estar con los amigos españoles, tenemos la misma afición, los mismos problemas y vemos las cosas de forma muy parecida.

 Es curioso que un aficionado a las carreras suele encontrarse a gusto en cualquier hipódromo del mundo donde pronto encuentra almas afines, y nosotros en nuestro pequeño recinto somos incapaces de llevarnos bien y actuar todas a una en pos de lo que nos gusta, deberíamos mirárnoslo.