Este libro me ha encantado, lo he disfrutado mucho. Escrito por J.K.M Ross hijo del comandante J.K.L Ross dueño del Ross Stable, que a principios del siglo XX irrumpió con fuerza como propietario en Estados Unidos y Canadá, ganando la estadística americana en 1918 y 1919, es recordado principalmente por ser el afortunado dueño de Sir Barton primer ganador de la triple corona americana y que tuvo un duelo con Man O´War en el que el pobre fue pulverizado por la bestia.

La época dorada del turf americano está llena de titanes del turf, grandes personajes, magníficos caballos, preparadores míticos y la gente más pintoresca, la verdad es que no me canso de ahondar en el tema, la principal virtud del libro está en el tono elegido por el autor donde se mezclan dos cosas por un lado la inocencia de un niño y por otro lado la elegancia de épocas pretéritas.

El desarrollo de la cuadra sucede mientras el autor es un muy joven, está descubriendo el mundo, todo lo ves a través de sus ojos alucinados ante la magnitud de lo que está experimentando y ese sentimiento de maravilla se mantiene todo el libro y facilita mucho el meterse en la acción del libro, por otro lado, adora a su padre y lo transmite continuamente, este amor paterno filial me ha encantado.

El autor ha recibido educación en las mejores instituciones educativas y se nota, en todo momento destila una cortesía que da gusto, habla bien de todo el mundo, incluso cuando alguien le desagrada el comentario es distinguido y sin hacer daño, esta urbanidad me encanta, perteneciente a otra época que añoro y que posiblemente nunca fue.

En conclusión, un libro muy entretenido, bien escrito, pronto leeré el libro sobre Sir Barton que salió el año pasado y veremos como sale librado este frente a la investigación actual.